La canela contiene vitaminas B1 y C y minerales como el fósforo, el calcio, el hierro y el potasio.

Es una de las especias con más poder antioxidante por los fenoles que contiene, como en el vino, y por los flavonoides, también presentes en los arándanos.

La medicina tradicional China la considera una hierba Yang (propiedades calientes) por ser picante y dulce, y por lo tanto rica en propiedades digestivas.

Por ello, los beneficios de la canela se remarcan sobre las enfermedades o dolores originados en el frío, como para el tratamiento de los reumas, artritis, gripe...

Más allá de su uso en la gastronomía, ha sido utilizada desde hace miles de años por su gran cantidad de propiedades:

• Respiratorias: ayuda a tratar las bronquitis, tos, resfriados.
• Digestivas: digestiones difíciles, flatulencia, vómitos y acidez.
• Emenagoga: regula los síntomas asociados a la menstruación.
• Regulador de los niveles de glucosa: indicada para la diabetes tipo II.
• Ayuda contra los dolores de cabeza y mejora la memoria y las funciones cognitivas
• Circulatorias: mejora la circulación sanguínea en las extremidades, disminuye el colesterol en sangre.