100% arcilla verde.

En un recipiente de loza, madera o cristal verter agua pura de manantial. Añadir la cantidad de arcilla necesaria y dejar reposar. (Importante: siempre primero el agua y después la arcilla). Acabar de emulsionarla con una espátula de madera. La papilla obtenida será homogénea y sin grumos. Su conservación es indefinida, basta ir añadiendo agua.

La aplicación de la arcilla se efectuara siempre en frío.

La Arcilla Verde es la más activa y se caracteriza por su contenido en Silicio, Calcio y Magnesio. Adecuada para pieles grasas, mixtas y con imperfecciones gracias a su acción purificante y detoxificante. Tradicionalmente usada para el alivio de las zonas articulares y musculares.

La Arcilla fina resulta adecuada para el uso domestico y profesional y es ideal para tratamientos cosméticos y corporales: cataplasmas, emplastes, mascarillas faciales y corporales, baños de agua arcillosa...